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viernes, 15 de diciembre de 2006

Familiares del periodista desaparecido Jaime Ayala rechazan resolución que archiva el crimen

- Han apelado resolución y Sala Nacional penal, que preside el magistrado Pablo Talavera Elguera, tiene 48 horas para aceptar o rechazar el recurso.

En conferencia de prensa desarrollada esta mañana en la sede de la Asociacion Nacional de Periodistas del Perú (ANP), los familiares del periodista Jaime Ayala Sulca, rechazaron la resolución judicial que archiva la denuncia judicial presentada contra los oficiales de la Marina de Guerra del Perú, implicados en la desaparación del comunicador social ocurrida en Huanta, Ayacucho, en agosto de 1984.

Rómpete el Ojo (http://vladimirteran.blogspot.com/)

Rosa Pallqui, esposa de Jaime Ayala (foto: ANP)

La abogada de los deudos, Karim Ninaquispe, informó que se ha puesto en conocimiento del hecho a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y advirtió que, de cerrarse definitivamente la investigación sobre la desaparición de Ayala, el Estado peruano violaría el Acuerdo de Solución Amistosa que tiene con la referida institución internacional, y que establece la investigación y sanción a los violadores de los derechos humanos en los años de la violencia política en el país.

La secretaria general de la ANP, Zuliana Lainez Otero, expresó la indignación del gremio de periodistas del país ante la resolución que archiva las denuncias por el caso de Jaime Ayala, y la masacre de Pucayacu, al tiempo que expresó la solidaridad y el total apoyo de la institución a los familiares del desaparecido comunicador.

El doctor Erick Casiano, representante de la Oficina de los Derechos Humanos del Periodista de la ANP, manifestó que esta institución apoyará a los deudos de Ayala en las acciones judiciales que se realicen, a fin de encontrar justicia y evitar la impunidad ante los hechos denunciados.

El caso Jaime Ayala

Rómpete el Ojo (http://vladimirteran.blogspot.com/)

Periodista desaparecido (foto: web Aprodeh)

El 2 de agosto de 1984, el periodista Jaime Ayala, corresponsal en Huanta del diario La República, ingresó al cuartel de la Infantería de la Marina de esa ciudad con el propósito de pedir explicaciones por el allanamiento de la casa de su madre. Ese fue el último día que lo vieron con vida.

Jaime Boris Ayala Sulca, de 22 años, realizaba su labor informativa con muchas dificultades debido a los continuos enfrentamientos entre los miembros de las fuerzas armadas y los grupos subversivos en esa zona. Además, debido a sus informes periodísticos, sufría continuas amenazas de miembros de la Infantería de la Marina.

El primer día de agosto de 1984 Jaime Ayala había terminado un informe sobre el asesinato de seis miembros de la iglesia evangélica presbiteriana de Callqui, Huanta, en el que se sindicaba como presunto autor al jefe del Comando Político Militar de Huanta, capitán de fragata Alvaro Artaza Adrianzén conocido como "Comandante Camión".

Rómpete el Ojo (http://vladimirteran.blogspot.com/)

Capitán Alvaro Artaza Adrianzén, "Comandante Camión". Procesado como el responsable de la desaparición de Jaime Ayala y de la matanza de otras 60 personas durante 1984. Paradero desconocido desde 1986 (foto: web Cronicaviva)

Al día siguiente, casi a la una de la madrugada, varios policías allanaron el domicilio de su madre, Julia Sulca viuda de Ayala, ubicado en Huanta. Destrozaron las puertas y preguntaron por Jaime Ayala. Luego, en medio de insultos, obligaron a los presentes a tirarse al suelo.

Eduardo Ayala, hermano de Jaime, preguntó por el motivo del allanamiento, pero recibió como respuesta un puntapié en la nariz, lo que le originó la rotura del tabique, y un golpe en la espalda. Ante la desesperación de Julia Sulca, les pidieron sus documentos de identificación.

Horas después del hecho Jaime Ayala acudió a la delegación de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) para pedir explicaciones. Intentó presentar su denuncia por el allanamiento, pero no le fue aceptada porque, según le dijeron los policías, ellos no fueron los autores del hecho.

Acompañado por Carlos Paz Villantoy -administrador de la emisora de Radio Huanta 2000- su madre Julia Sulca y su esposa Rosa Pallqui, acudió al cuartel de la Infantería de la Marina, acantonado en el Estadio Municipal de Huanta. Se quejó de la conducta de la policía por la violación del domicilio de su madre y de los maltratos físicos que la policía propinó a su familia.

Previamente a su ingreso, el periodista telefoneó al interior del cuartel para asegurarse de ser recibido por el comandante jefe de las fuerzas de la Marina. La cita fue acordada con el oficial Luis Silva Santisteban, apodado "Lince". A las diez de la mañana del 2 de agosto de 1984, Jaime Ayala fue conducido al interior del cuartel en forma amable, pero los marinos impidieron el ingreso de las personas que lo acompañaban.

En la puerta del cuartel, Jaime Ayala encontró a Zenaida Fernández, quien le pidió que indagara acerca del paradero de su padre, hermana y cuñado. Ella esperó aquel día desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde, pero Jaime Ayala nunca salió del cuartel. Luego, el cadáver del padre de Zenaida Fernández fue encontrado en la fosa de Pucayacu.

Carlos Paz lo esperó durante dos horas, pero al notar que Jaime Ayala no regresaba denunció el hecho a los medios de prensa, autoridades civiles, y al Fiscal de Huanta al día siguiente de la desaparición.

El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas reconoció este hecho en el Comunicado Nº 002-CC-FZZ/RRPP, emitido el 12 de agosto de 1984. La denuncia fue presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el 29 de agosto de ese año.

El capitán de fragata AP Alvaro Artaza Adrianzen y el suboficial segundo AP Román Martínez Heredia fueron acusados por la desaparición de Jaime Ayala Sulca, por la muerte de seis miembros de la Iglesia Presbiteriana de Callqui y por la detención y muerte de cincuenta personas, cuyos cadáveres fueron encontrados en fosas comunes en Pucayacu, cerca de Huanta, en agosto de 1984.

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Cadáveres encontrados en Pucayacu (foto: CVR/La República/Julio Pérez)

El juicio de los dos acusados fue retrasado por un conflicto de jurisdicción entre los tribunales ordinarios y el fuero privativo de la Marina. El 24 de enero de 1986 la Corte Suprema decidió que la Corte Ordinaria tendría jurisdicción en el juicio del capitán Alvaro Artaza por la desaparición de Jaime Ayala Sulca.

El paradero del capitán Artaza Adrianzén, al igual que el del suboficial Román Martínez, es desconocido desde el 2 de febrero de 1986. Un portavoz militar afirmó entonces que personas desconocidas lo habían secuestrado. A los pocos días, fue prohibido un documental de televisión en el cual se consideraba que el capitán Artaza había sido sacado del país por la Marina Peruana para evitar que sea procesado. A Román Martínez, la Marina lo ha clasificado como desertor.

Sin embargo, la familia de Jaime Ayala Sulca fue amenazada de muerte por medio de llamadas anónimas y advertida de que no siga presionando acerca del juicio.


Fuentes:
- Asociación Nacional de Periodistas (ANP)
- Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

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lunes, 16 de octubre de 2006

Medio Siglo de Periodismo (por Luis Eduardo Podestá)

Luis Eduardo Podestá

Luis Eduardo Podestá Núñez, nació en Arequipa. Pertenece a una generación de periodistas peruanos que surgió en los años 50 y ha trabajado en los prestigiosos diarios La Prensa, Correo, Expreso, La República y El Pueblo (Arequipa). Fue redactor principal de la Agencia Associated Press. Es autor de varios libros sobre periodismo y, en literatura, ha escrito un libro de relatos y tres novelas. Actualmente es jefe de Prensa e Imagen de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) y presidente de la flamante Asociación Civil Comunicadores Independientes del Perú (COMINDEP).

Reproducimos aquí fragmentos del discurso pronunciado por Podestá, durante la ceremonia en homenaje al Día del Periodista, en el Colegio de Periodistas del Perú.

Gracias, colegas, por permitirme el honor de estar ante ustedes en esta fecha tan especial que se presta para reflexiones y evocaciones que será placentero compartir brevemente con ustedes, periodistas, y con quienes ocasionalmente están al otro lado del micrófono o de la libreta de apuntes para decirnos algo, a favor o en contra, de la realidad cotidiana de nuestra patria y que será la noticia de hoy y de mañana. [...]

Es posible que en armonía con el tiempo transcurrido hayamos cambiado como todo cambió en un mundo que nos convirtió en la bisagra entre dos siglos, y nos permitió ser testigos de lo que fuimos y de lo que somos y quizá nos permita avizorar lo que será el periodismo en el tiempo y en el espacio que vendrán.

Nosotros, hombres del siglo XX, tuvimos la oportunidad, nos preguntamos si feliz o desdichada, de ver transformaciones, avances y regresiones que no han servido para mejorar la vida de una gran mayoría de nuestros semejantes y el hecho de que este sea un fenómeno común al tercer o cuarto mundo, no significa que debamos darle curso a la resignación o al consuelo de tontos, según el cual hay muchos otros que están peor que nosotros. Pero coincidiremos en que no todo tiempo pasado fue mejor. [...]

Frente al avance arrollador de la tecnología que nos ubica casi como protagonistas inmediatos de los sucesos más lejanos, ocurridos en algún confín del mundo, creo que no debemos olvidar nuestros primeros pasos en que nos ayudaron la experiencia y sabiduría acumulada por aquellos viejos a quienes conocimos en las arcaicas imprentas con que el periodismo de los años 50 del siglo anterior salía a la calle a llevar las noticias de ayer, las mismas que, si hacemos odiosas comparaciones, hoy nos llegan en el mismo instante en que ocurren.

Fue por aquel tiempo, en abril de 1955, que comencé a perpetrar noticias policiales en la corresponsalía del desaparecido diario La Prensa, uno de los dos grandes periódicos estándar peruanos que defendía una posición política y económica frente a otro gran coloso que aún existe, el diario El Comercio.

Pues bien, en aquella corresponsalía arequipeña de La Prensa, cuya redacción estaba ubicada en un altillo que nos colocaba casi casi con la cabeza contra el techo, Samuel Lozada Tamayo, recién graduado abogado y periodista por vocación como todos nosotros porque entonces no había escuelas de periodismo, me dio la bienvenida para indicarme que sería el redactor –gran título, que comenzó a gustarme– de policiales pero que aparte de eso, tenía que estar atento a cualquier clase de acontecimientos. Me fijó un sueldo: 80 soles. Yo no sé qué ni cuántas cosas podían comprarse con ese dinero pero sí recuerdo que en ese tiempo una cerveza costaba un sol veinte, de modo que ustedes pueden calcular para cuánto podía alcanzar ese salario.

Fue en esa corresponsalía también, donde tuve acceso a la primera biblia del periodismo escrito, el Libro de Estilo de La Prensa, que casi me aprendí de memoria para no atentar contra la forma de escribir un inspirado y concreto primer párrafo y los que a continuación le darían también un buen cuerpo a la noticia. Años más tarde, cuando el desaparecido y buen periodista que fue Guillermo Cortez Núñez, Cuatacho, me honró con el cargo de jefe de Informaciones del diario Expreso de los años 60, aquel librito me inspiró para escribir un primer compendio de consejos para los estudiantes, los periodistas jóvenes y los periodistas no tan jóvenes que llamé El estilo periodístico. No me produjo beneficios económicos pero sí una gran satisfacción espiritual y familiar, y el gran orgullo de que la piratería lo capturara y lo vendiera en la Plaza Francia e inmediaciones por cuatro soles, cuando el volumen legal costaba diez.

Nosotros, a quienes la vida nos ha permitido llegar superar muchas barreras a pesar de dictaduras, malos salarios y consuetudinarias reducciones de personal, quizá estemos en capacidad de sentir otra clase de orgullo y satisfacción: el haber sido testigos de cambios en las comunicaciones, a veces tan traumáticos que muchos colegas se negaron a usar las computadoras con que se equipaban las nuevas redacciones y preferían apartarse del mundanal silencio de esos artefactos para escribir acompañándose del ritmo habitual de sus máquinas de escribir que era quizá la música con que querían pintar las imágenes de sus informaciones.

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Porque escritas a golpes metálicos o electrónicos, esas informaciones han quedado como fuente de la historia, a las que muchos estudiosos de este siglo recurren para intentar conocer algo de cómo fue aquella sabrosa época que no fue ni la del jazz de los años 20 ni la de las revoluciones de los 30, pero sí fue la generosa generación de los 50 con coca cola, mambo y rebeliones contra la dictadura de turno, de los 60 que dieron la bienvenida a la democracia que duraría otra vez muy poco, de los 70 con el hombre en la luna, una nueva democracia y guerrillas fidelistas, de los 80 con otra década de democracia e inflación, cuando también, así dijeron, desapareció la viruela y apareció La guerra del fin del mundo, de Mario Vargas Llosa, de los 90 que nos esperanzaba en el próximo siglo y nos defraudó una vez más.

A pesar de todo, sinceramente, otra vez con Neruda podemos proclamar: confieso que he vivido. Cómo no jurarlo si asistimos al nacimiento de la primera cadena peruana de diarios que comenzó a utilizar el teletipo y convirtió en periodistas a algunos empleados del correo central y de paso descentralizó la información. Cómo no declarar que conocimos a los maestros tipógrafos de los talleres que cuadraban las columnas de plomo con una pita para, como hoy lo hacen los comandos de una computadora, equilibrar las mismas columnas que el mundo leerá al día siguiente. Cómo no recordar y agradecer a Dios el habernos permitido vivir y sobrevivir a esa época de romance periodístico en que la curiosidad de saberlo todo nos empujaba a codearnos con lo peor y lo mejor de nuestra sociedad, con lo más bello y lo más horrendo, para poder describir con convicción de todo aquello y decirle al mundo que eso también existe. Cómo no sentirse adolescentemente enamorado para siempre de este oficio que nos ha permitido sufrir, describir, comentar y dolernos de lo que otros viven y llevar de la mano a los lectores, radioescuchas y televidentes para hacerles participar de lo bueno, lo malo y lo odioso de este mundo, para mostrarles que en medio de todo, es esta la misión a que nos obliga cada día la verdad como virtud divina.

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Y finalmente, queridos amigos, cómo no sentirse plenamente satisfecho de estar aquí, otra vez como hace medio siglo, en un nuevo primero de octubre, sintiéndonos periodistas obligados con la comunidad que nos rodea, a servirla, a velar por su bienestar, a luchar desde nuestras pantallas de hoy como lo hicimos con las carillas de ayer con el mismo espíritu rebelde, que muestra el presente para construir el futuro y procurar que el porvenir que nos queda aliente la convicción de que hicimos lo que debimos, en el tramo del tiempo que nos correspondió, y nos depare la esperanza de que quienes nos siguen en esta tarea sabrán también luchar para que primero la comunidad donde vivimos, luego la patria y finalmente el gran mundo que es nuestro, disfruten de la paz, la concordia, la democracia y el bienestar que nosotros no nos cansamos de buscar y quizá no pudimos encontrar.


Fotos: Flickr

martes, 10 de octubre de 2006

El joven de los huesos de cristal. Vivir con Osteogénesis imperfecta

Cuando tenía televisión con cable, nunca se perdía el programa Construcciones vanguardistas en National Geographic. Entonces decidió estudiar ingeniería mecatrónica al acabar la secundaria para hacerse un par de piernas con que caminar.

Juan Prudencio Mori tiene 16 años. Cursa el cuarto año. No supera el metro de estatura, sus huesos son frágiles como el vidrio y se deforman por falta de colágeno. Para desplazarse lo tienen que cargar.

Boletin Pre San Marcos Nº 5 004

Juan Vive a la falda de un cerro en el asentamiento humano Huáscar del distrito de San Juan de Lurigancho, en Lima. Ya le cortaron el cable, pero no le importa, se sumerge en sus libros de ciencia y matemática. Ocupa el primer puesto en su colegio y acude a cuanto concurso escolar puede.

Boletin Pre San Marcos Nº 5 024
Mototaxis recorren sector Huascar, en San Juan de Lurigancho

El domingo 17 de setiembre superó a 118 escolares de su distrito en el Concurso de Talentos convocado por el Centro Pre Universitario de San Marcos. Ahora quiere estudiar también genética y biotecnología para poder desentrañar el misterio de su mal: la osteogénesis imperfecta (O.I.).

Primeros puestos 2006-I 092

Juan Prudencio rinde concurso preuniversitario

Si no estudio dos carreras, no estaría completo” dice, agregando que su manera de proceder es “pensar antes de hacer”.

Dos meses después de nacer le enyesaron todo el cuerpo. Sus padres deambularon por toda la ciudad buscando ayuda. Recién a los 11 años, tras una caída de la silla de ruedas en la que se fracturó los huesos de la pierna y el brazo izquierdos, le diagnosticaron el mal que padecía.

La osteogénesis imperfecta es una enfermedad hereditaria que a Juan le viene de algún antepasado lejano y que podría trasmitir a su descendencia. Por su edad, ya es tarde para que le operen y camine, pero aún le pueden corregir la escoliosis o deformación de la columna.

Según el doctor Horacio Plotkin, profesor de pediatría y cirugía ortopédica de la Universidad de Nebraska, la persona afectada con OI es alguien normal con huesos débiles. En muchos casos se trata de una enfermedad causada por mutaciones de los genes del colágeno. “Un gen es como el plano en donde se va a construir el hueso. El colágeno es una proteína que forma la estructura del hueso en el cual el calcio se va a pegar. Si la estructura no es buena el calcio no tiene donde pegarse, entonces el hueso es débil”.

La Familia, los amigos.

Juan se levanta todos los días a las 6 y 30 de la mañana. Su hermana Sandra - que ha tenido que dejar sus estudios de contabilidad para dedicarse a él - lo lleva y recoge del colegio Nuevo Amanecer en mototaxi. Allí se estudia hasta las 5 y 30 de la tarde. Miriam Maldonado, directora del centro educativo, testimonia que es un líder en su aula: convoca a sus compañeros a su casa y distribuye las tareas cuando les asignan trabajos grupales.

Los fines de semana se atreven a llevarlo de paseo al supermercado y al trabajo de otra hermana. Temen que se les caiga como otras veces. A él le gusta salir de casa y es feliz frente a un plato de cebiche o a una computadora conectada a Internet.

“Me gustan las espadas” dice. Se refiere a un pliego de papel enrollado que esgrime frente a un compañero de juegos en el colegio. Mientras ataca le va diciendo a otro de sus amigos que dirige la silla de ruedas: “¡A la derecha!, ¡adelante!, ¡más rápido!, ¡más rápido!...”

Juan Prudencio admira a Pitágoras, a Sócrates y a Einstein, pero más que a nadie admira a cada uno de los 14 miembros de la familia que viven en su humilde casa. El sacrificio de sus padres lo motiva a superar a todos en su colegio. Por eso da la impresión de que no tiene limitaciones físicas cuando se conversa con él.

Boletin Pre San Marcos Nº 5 020



El albañil Román Prudencio y su esposa Nicolasa Mori provienen del recóndito distrito Daniel Alcides Carrión en Cerro de Pasco y llegaron a Huáscar un año después de la invasión de dicho lugar, en 1973. Su hijo Juan es el octavo de diez hermanos que van desde los 30 hasta los 11 años de edad y el único que ha heredado la enfermedad de los huesos frágiles.

Al principio, el reto parecía insuperable. La pobreza desmoralizaba a su padre. Su madre lloraba inconsolable. Creyendo estar sola, un día sollozaba en un rincón de la casa cuando escuchó: “Mami, no llores, que yo soy igual a los demás”. Desde entonces cobró más valor y esperanzas.

Esther Valverde, la maestra de primaria, le daba clases durante dos horas diarias, apartado de los demás. Temía que los otros chicos le fracturen. Cortaba en cuatro partes un cuaderno, a la medida de sus manos. Con el tiempo se convirtió en su madrina de bautizo. Ella es testigo de que si Prudencio no puede ser un alumno como cualquiera es porque es superior a los demás.

Boletin Pre San Marcos Nº 5 008

Desde hace un tiempo ellos reciben la ayuda de la Asociación de Osteogénesis Imperfecta del Perú (AOI), integrada por padres de familia, amigos y afectados por dicho mal. El principal objetivo de la Asociación es intercambiar experiencias, buscar conocimiento y difundirlo en la sociedad para que los pacientes sean comprendidos, aceptados e integrados. Los miembros de la AOI se reúnen en las casas de sus miembros y buscan constantemente la ayuda de personas generosas que quieran apadrinar a chicos como Juan.

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Miembros de la Asociación de Osteogénesis Imperfecta del Perú

Él hace que su vida sea lo más normal posible. Recuerda que sus hermanos le enseñaron las primeras letras. Ahora hace lo propio con su sobrino. Piensa que si renuncia, todo el sufrimiento y gasto de ellos será en vano y eso le da coraje para seguir.

Boletin Pre San Marcos Nº 5 012


Como todos, Juan carga su cruz de cada día; como nadie, lo hace toda la vida con sus huesos de cristal.

domingo, 20 de agosto de 2006

Yma Sumac: La hija prodigiosa

¿Conoce usted a Zoila Augusta Emperatriz Chávarri? ¿Ha oído hablar de Yma Sumac? Se trata de la misma persona: una cantante peruana de 84 años que deslumbró al mundo desde niña por tener una voz prodigiosa capaz de alcanzar todos los registros vocales y llegar a tonos tan altos que pocos instrumentos musicales lograban alcanzarle.

Yma Sumac

Yma Sumac nació en Ichocán, provincia de San Marcos, Cajamarca, en 1922. Fue descubierta artísticamente a los 13 años y viajó a Lima. El músico indigenista Moisés Vivanco la hizo parte de su elenco, se casó con ella en 1944, y la llevó de gira por Argentina y Estados Unidos.

Yma Sumac

El mundo cayó rendido ante su voz y su exótica belleza. Protagonizó películas en Hollywood al tiempo que conquistaba la Unión Soviética, invitada por su presidente Nikita Khrushchev. Al regresar de la URSS a Estados Unidos obtuvo una estrella en el Paseo de la Fama de la Meca del cine, en plena Guerra Fría.

Estrella de Yma Sumac en el Paseo de la Fama

Yma Sumac regresa a casa

En mayo pasado vi a Yma Sumac en persona. Sucedió en la cuatricentenaria Casona de San Marcos, donde la universidad más antigua de América le otorgó la medalla Jorge Basadre. Regresó al Perú después de treinta años. Algunos peruanos del siglo pasado se resintieron con ella por haberse nacionalizado estadounidense. Volvió para ser desagraviada y a recibir también la Orden del Sol del Perú en el grado de Comendador, en la cancillería.

Zoila Chávarri pertenece a ese género de personas a las cuales rodea un extraño magnetismo. Encanto inocultable a pesar de ella: “Qué dicen estas personas importantes de mí si yo ni siquiera soy una cantante. Sólo interpreto el sentimiento de la gente” dijo con voz quebrada en su discurso de agradecimiento.

Con una hora de retraso, por el tráfico, traspasó el dintel empedrado de la vieja casa virreinal con zapatos traslúcidos de tacos altísimos, vestido crema bordado y cartera de la misma tela con asa dorada, sombrero de ala ancha y encajes.

Yma Sumac condecorada en la Universidad San Marcos

La diva acompañada por Enrique Bernales y Miguel Molinari

En su níveo rostro surcado de arrugas se perfilan, contumaces a los años, la línea de su quijada y sus cejas de actriz de las viejas películas, a lo María Félix. Con ese talante, y con su 1,65m de estatura, cruzó la alfombra roja que divide en dos la sillería de madera del Salón General sanmarquino.

El ambiente estaba repleto de público y admiradores. La diva saludaba a todos. Se la disputaban de todas direcciones. Elevaba las manos a las galerías, sin poder contener el llanto.

El discurso de orden lo pronunció Miguel Molinari, promotor cultural que hizo posible, junto al relator de las Naciones Unidas, Enrique Bernales, la visita de esta peruana universal. Molinari habló de la virtuosidad de Yma Sumac y resumió algunos de los elogios que grandes personajes le han dedicado.

Yma Sumac condecorada en la Universidad San Marcos
Abarrotado Salón General de San Marcos

El entonces rector de San Marcos, Manuel Burga le impuso la medalla Jorge Basadre, hecha de plata, que por primera vez otorgó dicha casa de estudios. Más tarde comparó a la cantante con César Vallejo y el Inca Gracilaso, otros dos talentosos peruanos que, por el amor que sentían a su patria, la hicieron conocer a todo el mundo.

El aplauso parecía eterno, todos estaban de pie, Yma Sumac levantó los brazos mirando a los palcos. Algunos vitoreaban dándole gracias. Los flashes de los fotógrafos hacían brillar los adornos de su vestido y también sus lágrimas, que rodaban incontenibles.

Yma Sumac condecorada en la Universidad San Marcos

Yma Sumac junto al poeta Marco Martos, decano de la Facultad de Letras y al ex rector Manuel Burga

Cuando por fin pudo hablar, prometió volver a residir en el Perú tan pronto como cumpla con sus compromisos artísticos en Alemania. “Volveré para quedarme porque amo al Perú, amo muchísimo al Perú” –dijo, y otra ovación se escuchó en el antiguo salón colonial cuya forma abovedada de barco invertido le da una acústica estremecedora.

Entonces una anciana pequeña, encorvada, de desaliñado cabello cano y collar de cuentas de plástico, interrumpió la ceremonia. Vestía un traje muy rotoso que, de tanto haber sido negro, se veía gris. Cruzó el largo salón. En una mano llevaba un presente para la diva y con la otra se apoyaba en un bastón de madera.

Esa mujer se llama Bertha Cornejo del Águila. Es piurana y fue compañera de carpeta de Zoila Chavarri en la escuela primaria. Yma Sumac rompió el papel del regalo y descubrió un collar de oro labrado, última joya de la familia que le traía su amiga de infancia.

Yma Sumac condecorada en la Universidad San Marcos

La anciana, cual viuda pobre del evangelio, le hizo este regalo de lo que le faltaba para vivir mientras que las autoridades y demás asistentes no salían de su asombro. Sus hijos le habían preguntado si estaba segura de lo que iba a hacer y les respondió: “¡Para ella, todo!”.

De regreso al protocolo, la homenajeada agradeció también a Estados Unidos por lo mucho que le había dado y recordó que “En la vida siempre hay que ser agradecidos”. Escrutó con emoción la medalla impuesta y no dejó de agradecer a su manager de toda la vida, Alan Eichler.

El acto finalizó e Yma Sumac tuvo que salir por una puerta posterior del recinto porque sus admiradores le habían cerrado el paso de la puerta principal. También atrás le atajaron el paso los trabajadores de la casona universitaria.

Recorriendo los claustros centenarios fue a dar con un coro de niños que le cantó huaynos. Emocionada, les acompañaba solfeando algunas notas mientras bailaba extendiendo la mano a sus rostros.
Rómpete el Ojo (http://vladimirteran.blogspot.com)

En la felicidad de esos pequeños, en su mirada rebosante de admiración y respeto, comprendí por que a algunas personas como Zoila Chavarri no les importa la muerte: porque han aprendido a vivir como si fueran eternos...y acaso lo sean.


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Fotos en sepia: Página web de Yma Sumac

domingo, 2 de abril de 2006

Homologación de Docentes universitarios: Cronología de una Decepción


Los docentes universitarios del Perú han luchado 23 años para que sus sueldos sean homologados con los de los magistrados del poder judicial como establece una ley, hasta ahora incumplida, del año 1983.


El año pasado se hiceron escuchar en la calles de Lima. Finalmente su protesta logró algunos éxitos. Aquí una crónica gráfica de esas movilizaciones.

De los 45 mil 436 251,21 soles (10% de la homologación total) que pedían para el año 2005, el gobierno sólo les otrogó 15 millones aduciendo falta de presupuesto. Ellos esperan que no hayan más descuentos y se cumpla el siguiente cronograma:
Año 2006: 30% = 136 308 753,64
Año 2007: 30% = 136 308 753,64
Año 2008: 30% = 136 308 753,64
Total de los 3 años: 408 926 260,92 (sin contar los 30 millones descontados el 2005).

A la frustración económica se sumó la represión policial



1983
Durante gobierno del arquitecto Fernando Belaunde, se promulga la Ley Universitaria aún vigente que, en su artículo 53, sentencia que los sueldos de los docentes universitarios deben ser homologados con los de los de los magistrados del Poder Judicial. Sería letra muerta, destinada a no cumplirse.

Los alumnos apoyaron a los docentes con su cuota de entusiasmo

Los profesores también lucharon bailando con entusiasmo


2004/Noviembre/25
El Tribunal Constitucional (TC) declara fundada la demanda por homologación de haberes de los profesores universitarios con los que perciben los jueces. El recurso extraordinario lo interpuso, en mayo de 2003, el rector de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, José Artemio Olivares.



2004/Diciembre/03
El Congreso, a pedido del Ministerio de Economía, suspende el beneficio en el presupuesto de la nación para el 2005 y los docentes invaden las calles en marcha de respeto a la sentencia del TC. Ellos apelan a la voluntad del presidente Alejandro Toledo, quien llegó al poder esgrimiendo tener una sólida formación universitaria "a pesar de ser cholo" es decir autóctono peruano.

2005/Julio/13
Segunda marcha por inclusión de homologación en el presupuesto 2006.

2005/Agosto/02
Tras el bloqueo dispuesto por el nuevo ministro de economía, Fernando Zavala (34 años), Toledo se reune con los representantes universitarios y expresa tener buena voluntad política para solucionar el problema.



El congresista de izquierda -y actual candidato a la presidencia- Javier Diez Canseco propone entonces aumentar fondos del ITF (Impuesto a las transacciones financieras) para solventar la homologación, el sistema de salud y la emergencia educativa.

Congresistas Juan José Gorriti y Javier Diez Canseco, Rectores Artemio Olivares y Manuel Burga, docente Víctor Aguilar y cineasta Federico García, entre otros


2005/agosto/18
Tiene lugar la más grande marcha para presionar las negociaciones en tanto se establece huelga nacional de docentes universitarios.




2005/agosto/27
Decreto Supremo 106-05-Economía y Finanzas. Se otorga asignación extraordinaria de 10%, pero sólo con 15 millones de los 45 y más que correspondían. Desconocen homologación total y contemplan bonificación a las autoridades. Los beneficios están sujetos a lo que recaude la Superintendencia tributaria.




2005/setiembre/1º
Marcha en protesta al Decreto Supremo.

2005/setiembre/08
El Congreso promulga ley 28603 que restituye vigencia del artículo 53 de la ley universitaria 23733 y deroga 10ª disposición final de la ley Nº 28427 del presupuesto 2005. 63 votos a favor, ninguno en contra y seis abstenciones de Martha Hildebrant, Carlos Ferrero, Antero Flores, Xavier Barrón, Jacques Rodrich y José Barba. Se establece comisión del Ministerio de Economía, la Asamblea de Rectores y el Ministerio de Educación para que establezcan cronograma de homologación en un plazo de 60 días con cargo a rendir cuentas.



2005/noviembre/15
Federación de docentes universitarios convoca a reanudar la huelga nacional ante demora del cronograma oficial.

Siempre hay un roto para un descocido. Docentes esperan aplacar su sed.


2005/noviembre/28
Acta de compromiso en palacio de gobierno. En el 2006 se aumentará el 20% a los profesores nombrados en sus tres categorías (auxiliar, asociado y principal) con fondos de contingencia del estado y no de las propias universidades conforme a ley de setiembre.
Por ejemplo, un profesor principal que deberá percibir 5 500 nuevos soles (S/.) en 2008, recibirá S/. 640 de aumento en 2006 y los 2 mil 560 restantes se negociarán con el próximo gobierno para ser homologados el 2007 y el 2008.
El 2007 habrá escalafón incluyendo dos niveles para profesores asociados y dos niveles para profesores principales. Se accedería al primer nivel con grado de magister.
Los profesores no regulares, contratados y jefes de práctica tendrían tratamiento igualitario, pero no dentro de la homologación por no estar incluídos en el artículo 53 de la Ley Universitaria.

2005/diciembre/21
El gobierno anuncia solución del problema pese a que sólo se beneficia parcialmente a 16 mil de los 21 mil docentes universitarios beneficiarios.



Vea decreto y cronograma de montos asignados